Saturday, September 15, 2007

Las campanas del allá


Para sentir desde lo lejos, donde me ha llevado la distancia que hay entre los brazos y la cruz,
Debo recoger las horas caídas desde el árbol del allá,
Debo respirarme junto a la noche,
Ir y regresar hasta beber de las miradas que son semillas de molino al nacer;
Encontrarme en la imagen a la que responden primero los sentidos,
Hallarme en las alas contrastadas,
En esa eterna cadencia de mano y fulgor de plata, que habla con voz de niño para guardar sigilosamente el secreto de la luz.

Para hacer que el mundo se haga silencio y aparezcan las campanas del arrebol,
Debo rasgar la hendidura que ahora sólo detiene el miedo agonizante,
Percibir, ser aquí y luego aquí, acción;
Renacer en las alas y en las musas submarinas,
En los desafiantes la intensidad,
En los oscuros y radiantes carruajes de seda viva que emergen desde afuera hacia dentro guiando los corceles indomables a su lugar.

Para ver la formación de los templos y los remolinos de fuego,
Las encantadoras del halo nocturno bajan y suben en el carrusel,
Luchan desde la premura incurable hasta su anhelo cierto de volar,
Buscan las posiciones del viaje, se sumergen en las campanas del allá.


2 comments:

María Elisa Quiaro said...

el tañir de las campanas, el sonido a lo lejos, uno de los más viejos portadores de noticias. Nada más impresionante e inmortal. lascampanas nos llevan a otras vidas, a otros pueblos. gracias p or ese texto hermoso.

AnaR said...

El repicar de las campanas siempre es anuncio de...algo.Ellas traspasan las alturas...Precioso escrito.Precioso.

Un abrazo